Tu Maternidad Maternidad, Embarazo, Parto, Lactancia y Crianza
Publicado: 21 febrero, 2023
Actualizado: 26 abril, 2023
Los buenos modales son una parte esencial de la vida y es importante enseñar a nuestros hijos a actuar de forma socialmente aceptable. Enseñar buenos modales a nuestros hijos en casa puede ser un reto, ya que no siempre entienden la importancia de comportarse correctamente. Sin embargo, con paciencia y creatividad, los padres pueden inculcar estos valores a sus hijos fácilmente.
En este artículo
Buenos modales
Los buenos modales deben enseñarse a los niños desde pequeños. Es importante enseñarles lo básico, como decir por favor y gracias, y ser educados al hablar con los adultos. Además, animar a tu hijo a respetarse a sí mismo y a los demás es fundamental para enseñarle buenos modales. Modelar un buen comportamiento es también una forma eficaz de enseñar a su hijo cómo comportarse en diversas situaciones.
También es esencial que los padres establezcan normas y expectativas claras para sus hijos en relación con los buenos modales. Por ejemplo, conversar sobre los buenos modales en la mesa a la hora de comer puede ayudar a los niños a entender por qué es importante decir «por favor» y «gracias» mientras se come con la familia y los amigos. Enseñar a sus hijos a presentarse correctamente en situaciones sociales también les ayudará a desarrollar habilidades interpersonales sólidas más adelante en la vida.
Por último, darles información oportuna sobre su comportamiento y recompensarles cuando demuestren buenos modales reforzará los comportamientos positivos con el tiempo. Reforzar estas lecciones con elogios o pequeñas recompensas puede marcar la diferencia a la hora de ayudar a tus hijos a aprender la importancia de demostrar buenos modales en casa, en la escuela o en público.
Modelar: Mostrar, no decir
El ejemplo es una forma eficaz de enseñar buenos modales a los niños. Consiste no sólo en mostrarles cómo deben comportarse en determinadas situaciones, sino también en explicarles por qué ese comportamiento es deseable. Por ejemplo, a la hora de sentarse a la mesa, los padres deben dar ejemplo de buenos modales, como turnarse para hablar y utilizar un lenguaje educado.
Cuando demuestre el comportamiento deseado, explique por qué es importante; por ejemplo, «mostramos respeto hablando con calma y en voz baja» o «es importante esperar a que todos se hayan servido antes de empezar a comer porque eso demuestra que nos preocupamos por los demás».
El ejemplo no se limita a la etiqueta en la mesa; los padres también pueden enseñar a sus hijos a saludar cortésmente con un apretón de manos o un abrazo y a decir por favor y gracias en distintos contextos.
Además, asegúrese de que su propio comportamiento refleja lo que está enseñando; si quiere que su hijo utilice palabras amables incluso cuando esté frustrado, su propio lenguaje también debe reflejarlo. Demostrando un comportamiento respetuoso y explicando por qué es importante, los padres pueden inculcar buenos modales a sus hijos.
Explica por qué: La motivación lógica
La motivación lógica es una de las mejores formas de enseñar buenos modales a nuestros hijos. Consiste en explicar por qué ciertos comportamientos son esenciales y cómo nos benefician a largo plazo. Cuando se utiliza correctamente, la motivación lógica puede crear un entendimiento entre padres e hijos que va más allá de la simple obediencia.
Una forma de utilizar la motivación lógica es hacer hincapié en las recompensas por el buen comportamiento. Por ejemplo, si un niño completa sus tareas sin que se lo pidan, explíquele por qué es beneficioso para él; le ayudará a desarrollar una fuerte ética de trabajo que le será útil cuando sea mayor, o puede darle más tiempo para actividades de ocio después. Además, reforzar positivamente comportamientos educados como decir por favor y gracias demuestra que la cortesía se valora en tu casa.
Otra forma de utilizar la motivación lógica es establecer consecuencias para el mal comportamiento. Explique por qué deben seguirse ciertas normas; esto ayuda a garantizar la seguridad de todos y el respeto por la propiedad o las posesiones de los demás. Establecer expectativas claras sobre el comportamiento aceptable refuerza aún más la importancia de seguir las normas: ayuda a mantener el orden y fomenta la comprensión de las normas sociales adecuadas.
Refuerce el buen comportamiento: Elogios y recompensas
Elogiar a los niños por su buen comportamiento es una parte importante de enseñarles a ser educados. Cuando los padres reconocen y recompensan a sus hijos por su buen comportamiento, lo refuerzan y les animan a seguir haciéndolo. Los elogios pueden ser verbales, como decir a un niño «buen trabajo» o «¡bien hecho!», o colmarle de cumplidos por un trabajo bien hecho.
También puede adoptar la forma de gestos físicos, como abrazos o chocar los cinco cuando hace algo bien. Las recompensas también sirven para reforzar el buen comportamiento de los niños. Recompensar a los niños con golosinas o privilegios especiales, como tiempo extra de televisión, cuando terminan sus tareas puede ayudar a motivarles para que sigan haciendo las cosas bien.
Las recompensas tangibles, como pegatinas o puntos para premios mayores, también pueden ayudar a los niños a ser amables y considerados. Los elogios y las recompensas constantes son esenciales para enseñar a nuestros hijos comportamientos positivos en casa, así que asegúrate de utilizar ambos métodos con regularidad.
Pon límites: Expectativas claras
Es importante poner límites a nuestros hijos cuando se trata de enseñarles buenos modales en casa. Establecer expectativas claras ayuda a los niños a entender cómo es un comportamiento aceptable y les da una sensación de seguridad al conocer sus límites. Esto les ayudará a respetarse a sí mismos y a respetar a los demás.
Cuando establezca límites y expectativas, recuerde ser coherente y utilizar un lenguaje claro y conciso. Explique por qué no están permitidos determinados comportamientos; esto ayudará a su hijo a interiorizar mejor el mensaje.
Proporciónale normas sencillas que pueda cumplir, como «no pegar ni gritar» o «utiliza siempre palabras educadas». Mostrar ejemplos de comportamiento adecuado también ayuda a reforzar el mensaje de forma más eficaz.
Las recompensas son una forma eficaz de fomentar los buenos modales en los niños; pueden ser elogios verbales o premios como pegatinas, juguetes pequeños, etc., dependiendo de la edad. Asegúrate de darles un refuerzo positivo cada vez que se porten bien para que sepan qué tipo de comportamiento aprecian tú y los demás.
Herramientas didácticas: Juegos y juguetes
Los juegos son una forma estupenda de enseñar buenos modales a los niños. Los juegos de mesa, los juegos de cartas, los juegos de dados y los rompecabezas pueden servir para enseñar a los niños los principios básicos de un comportamiento educado. Por ejemplo, puedes utilizar el juego «Por favor y gracias» como una forma divertida de ayudar a tu hijo a aprender a decir por favor y gracias adecuadamente en diferentes situaciones.
Del mismo modo, los juegos de cartas como «Go Fish» o «Old Maid» pueden ayudar a reforzar los buenos modales enseñando a los niños a turnarse con educación y a esperar pacientemente su turno. Los rompecabezas también ofrecen a los niños la oportunidad de practicar la paciencia mientras trabajan juntos para completarlos.
Juguetes como las casitas y las muñecas también son útiles para enseñar a los niños buenos modales. Las muñecas con varias caras o trajes pueden utilizarse como accesorios en actividades de juego de rol que demuestren comportamientos adecuados, como saludar a alguien cortésmente o pedir permiso antes de coger algo del plato de otra persona.
Las casitas de juguete son perfectas para simular situaciones en las que se invita a amigos a tomar el té o se organizan cenas, dos actividades que ayudarán a su hijo a aprender más sobre la etiqueta adecuada en entornos sociales.
Conclusión: Mejores relaciones
Se pueden mejorar las relaciones no sólo enseñando buenos modales, sino también dedicando tiempo a escuchar y hablar con nuestros hijos. Escuchar es una de las cosas más importantes que podemos hacer por nuestros hijos, ya que les permite expresar sus sentimientos y pensamientos en un entorno seguro.
También ayuda a generar confianza entre padres e hijos, lo que conduce a una mejor comunicación. Además, hablar con nuestros hijos sobre sus actividades y responsabilidades cotidianas nos ayuda a entender mejor de dónde vienen cuando se enfrentan a un reto o problema.
Los buenos modales deben enseñarse no sólo como una forma de «ser educado», sino como una manera eficaz de comunicarse con los demás. Esto incluye utilizar «por favor» y «gracias» cuando sea apropiado, mirar a la gente a los ojos cuando se habla con ellos, ser cortés y respetuoso en todo momento, abstenerse de cotillear o presumir de logros o posesiones, etc.
Poner límites a un comportamiento aceptable puede ayudar a establecer fronteras claras que faciliten la resolución de conflictos en el futuro. Por último, es importante que nosotros mismos modelemos estos mismos comportamientos para que nuestros hijos vean cómo deben actuar en distintas situaciones.
